¿Cómo funciona un detector de gases?
Detector de gases
Las fugas de gas pueden ser muy peligrosas, la seguridad es lo primero y contar con un detector de gases fiable y de calidad puede evitar muchos problemas. Son una herramienta verdaderamente útil y aporta seguridad y tranquilidad.
Un detector de gases es un aparato que nos advierte ante cualquier escape que se pueda producir, ya sea de gas o de humo, siendo una herramienta esencial para la prevención de incendios.
¿Cómo funcionan?
La mayoría de los modelos que hay en el mercado viene provista de un sensor capaz de detectar la concentración de monóxido de carbono (CO) que hay en el ambiente, y en cuanto detecta una concentración determinada emite una señal óptica.
En modelos más sofisticados, además, pueden cortar automáticamente el gas y hay algunos que son capaces de detectar otros gases como el propano, butano, gas natural…
Lo habitual es que, cuando hay concentraciones bajas de CO, salte la alarma en 30 minutos aproximadamente. Esto nos indica que el aire está contaminado y podremos evitar el riesgo de intoxicación.
¿Dónde es mejor colocarlos?
Para asegurar un correcto funcionamiento, los detectores deberían colocarse o bien en el techo o a un metro y medio como mínimo del suelo. No pueden estar fuera de la vivienda ni tampoco en sitios cerrados como pueden ser trasteros, despensas, armarios…
Tampoco es recomendable situarlos en zonas con humedad (por ejemplo, encima del fregadero), en lugares que tengan mucha ventilación o haya corriente de aire, o en zonas con temperaturas superiores a los 40 grados o inferiores a 5 grados.
Instalar un detector de gas es una medida de seguridad que todos deberíamos tomar, ya que la prevención es fundamental para no tener que lamentar consecuencias dramáticas, ya sea en personas, animales o bienes. Mejorar la seguridad de nuestro hogar o negocio es siempre una buena inversión.